Cumplir 27 años, es algo que ocurre solamente una vez en la vida, diríamos numerológicamente que es una edad autoreferente, de reflexión y de cambio de ciclo, esto debido a su suma (27 = 2+7 = 9), ya qa que el 9 es el número de la autoreferencia, no importa por el número que se multiplique, al sumar los dígitos del resultado, dará 9 “nuevamente”.
En mi caso, este fue un cumpleaños diferente, mientras las estrellas se alineaban para mi en Temuco, yo amanecía en Colonia del Sacramento a la orilla del Río de la Plata en Uruguay, andaba con mi madre de paseo y tras despertar en el Hotel Bahía, nos dirigimos rumbo a la estación de autobuses para buscar nuestro traslado rumbo a Montevideo…. Sí por fin volvía a Montevideo después de llevar por casi 10 años esa ciudad en el corazón, mi retina aún guardaba imágenes de esa corta visita de menos de 24 horas que había realizado con mis compañeros de curso en nuestra gira de estudios el año 1995, la ciudad (por suerte), no había cambiado mucho, ahí permanecían su puerta de entrada a la ciudadela, el palacio legislativo, sus homenajes a Artigas y Lacalle, pero lo más importante, la gente seguía manteniendo su carácter cultural y sociable. Montevideo seguía siendo una ciudad amigable rodeada por las aguas del Río de la Plata.
Regalo inesperado de cumpleaños (¿sería de mi madre o de alguna Divinidad?) Con mi madre decidimos separarnos para recorrer por separado, según nuestros intereses la ciudad por algunas horas… a la hora del reencuentro, me tenía una sorpresa que demuestra que las casualidades son obra de alguien superior, pues ella había buscado una peluquería y ocurrió que era casualmente la misma a ala que concurría la representación del Gobierno de Chile en Uruguay y ese día había un concierto organizado en un teatro, y habían dejado 3 invitaciones para los clientes de la peluquería, que luego le ofrecieron entradas a mi madre, quien las recibió sorprendida a ver de qué grupo se trataba, era de los Inti-Illimani, grupo chileno que es muy difícil verlos en Chile, y aún más en un teatro con capacidad para 800 personas y en excelente ubicación.. Era la primera vez que los “Inti” actuaban en Uruguay.