Ayer fue mi primer control médico tras el término de la quimioterapia ABVD que se me practicó entre Diciembre y Mayo (6 ciclos / 12 sesiones) por el linfoma de hodgkings que padecía.
El resultado del control no pudo ser mejor, la reducción de la masa tumoral era todo un éxito, sorprendiendo a mi médico y decretándome “sano”, de paso me dijo que tenía que festejar, que sanarse de esa forma merecía por lo menos un pisco sour, y ni tonto ni perezoso, aprovechando la visita de mi hermano, que andaba de paso por Santiago, nos fuimos junto a mi madre y algunos amigos a celebrar.
Hoy ya estoy tranquilo, sé que puedo decir con certeza y exámenes en mano, que he superado un cáncer y que la vida me da nuevas oportunidades.
Estoy contento porque sé que los problemas por muy grandes que puedan parecer, se pueden enfrentar y transformar en desafíos.
Hoy he salido adelante con uno que hace menos de un año se veía gigante y no puedo menos que darle gracias a la vida, a todas las divinidades que intervinieron, a mi familia, amigos y mucha gente que quizá ni conozca en persona, pero que sé que ha puesto sus energías en ayudarme.