La alegría de transformase en la sede de los Juegos Olímpicos del 2.012 el pasado miércoles no duró más que hasta la mañana del jueves en que el espanto y el horror se apoderaron de la ciudad.
Más de 30 muertos y más de 700 heridos fueron el saldo que dejaron 4 explosiones en los medios de transporte londinenses.
Ante esto el G-7 que estaba comenzado sus reuniones en Edimburgo (Escocia), en la que el tema principal puesto en tabla era el hambre en Africa, la posibilidad de la condonación de parte de las deudas de algunos países africanos y el medioambiente, puntos que habían sido impuestos por los multitudinarios conciertos paralelos del Live 8 organizado por Bob Geldof.
Todo estaba preparado y dispuesto para que los presidentes de las principales potencias mundiales hicieran historia haciendo modificaciones ecológicas y sociales, pero estaban quedando temas que son de igual importancia fuera de los puntos a tratar, como los casos de Latinoamérica y sobre todo Irak, Afganistán y el medio oriente.
De este modo, quienes tenían su rencor guardado contra estas grandes potencias, decidieron actuar y desviar la mirada del mundo a los ataques terroristas en pleno corazón de la Gran Bretaña.
Mientras el mundo se preocupa por los más de 35 muertos y más de 700 heridos de Londres, los inocentes olvidados del Africa y el Medio Oriente siguen muriendo, pero de otro terrorismo más salvaje: el hambre, la insalubridad, la guerra, la deuda externa generada por compra de armas, el petróleo, fundamentalismos religiosos, etc… Estos son los hechos, que por su acontecimiento diario y no tener los medios de comunicación pasan inadvertidos del “mundo civilizado” y que son los que degradan al ser humano y degenera la mente de personas que se convierten en “vengadores” o “salvadores”, que buscan demostrar estos hechos sin importar las consecuencias, haciendo pagar a “inocentes” (todos somos culpables de no querer ver, de quedarnos en silencio viendo como mueren miles de niños por hambre, compramos productos hechos con mano de obra infantil sobreexplotada, etc…), me atrevo a decir que los terroristas son consecuencia de un terrorismo mucho mayor ejercido por “el mundo civilizado”.
Mientras no cambiemos nuestra perspectiva y nos abramos a conocer la realidad del mundo, no podremos estar tranquilos, pero qué más da… si el mundo civilizado cree que con la seguridad es suficiente, quizá algunos puedan estar tranquilos, pero espero que haya gente que no pueda calmarse porque piensa que su seguridad es solo un detalle porque: ¿Quién puede ser feliz sabiendo que esta es a costa del sufrimiento de otros pueblos?
¿Quién puede comer tranquilo, sabiendo que en algún lugar del mundo hay un niño muriendo de hambre?
¿Quién puede?
Todos somos terroristas, el que no lo sea, que lance la primera piedra