Dentro de mis locas ideas, he pensado que sería coherente, práctico y con mayor sentido intercambiar la celebración de Navidad con la la Año Nuevo, ya que históricamente Jesús no habría nacido en esta fecha y se fijó como tal muchos años después para hacerla coincidir con el año nuevo (solsticio) de los demás pueblos paganos y generar un sincretismo que hiciera más fácil la conversión al cristianismo, posteriormente se fijó el año del nacimiento de Jesús (que tampoco corresponde históricamente ) como el año 0 y así el cambio de Era, al tiempo que se movió el punto de inicio del año nuevo. (nuestro calendario data del siglo XVI) … Pero volviendo a nuestros tiempos y nuestra cultura actual , creo que quienes respetamos la historia, los ciclos naturales y las diversas religiones sugiero invertir privadamente la celebración de Navidad con la de Año Nuevo, de modo de celebrar el año nuevo la noche del 24, el ideal sería el día del solsticio (21 o 22 de diciembre normalmente) y más aún en el caso del hemisferio sur en el solsticio de invierno (21 o 22 de junio), pero creo que hay que adaptarse a la cultura imperante actual y aprovechar las ventajas que uno pueda sacar de ello, como que está decretado el 25 como feriado en todo el mundo, además es una noche tranquila para reflexionar sobre el año que se acaba, recordar años anteriores, y planificar el venidero.
Por otra parte, celebrar Navidad el 31 de Diciembre, de modo de tener un encuentro reflexivo familiar con intercambio de regalos, una reflexión en el caso de los cristianos sobre el nacimiento de Jesús y celebrar con fuegos artificiales el nacimiento de una nueva Era Cristiana, calzando así la fecha del nacimiento de Cristo con el conteo de años desde su nacimiento.
Este intercambio de fechas permite además poder aprovechar ofertas post-navidad, evitar aglomeraciones en centros comerciales y evitar el excesivo consumismo.